Principios
Nuestra institución privilegia los aprendizajes para la Convivencia social desde el ámbito escolar y comunitario. En tal sentido, consideramos de vital importancia trabajar en todos los momentos formativos en los siguientes elementos, cada uno de ellos expresado con sus respectivos fundamentos conceptuales desde la propuesta de Paz (2004)[1]:
- Aprender a no agredir al congénero: El hombre tiene un bajo nivel de inhibición genética frente a la vida de su congénere. En el hombre la agresividad puede convertirse en amor o en hostilidad hacia el otro. Hay que enseñarle a dejar el combate pero sin perder la combatividad. A ser fuerte pero sin perder la ternura ni la compasión por el otro. El otro por ser diferente puede ser complemento o quizás mi opositor pero nunca mi enemigo. Aprender a valorar la vida del otro como mi propia vida. Aprender a buscar la unidad pero no la uniformidad. Aprender a respetar la vida íntima de los demás. Aprender a tener cuidado y defensa de la vida como principio máximo de toda convivencia.
- Aprender a comunicarse: La convivencia social requiere aprender a conversar. A través de la conversación podemos expresarnos, comprendernos, aclararnos, coincidir, discrepar y comprometernos. Por eso la mentira deteriora toda comunicación. La primera función de la comunicación es la búsqueda de reconocimiento, por eso el rechazo a la comunicación del otro produce hostilidad y afecta la autoestima.
- Aprender a interactuar: Aprender a acercarse a los otros (saludo). Aprender a comunicarse con los otros, reconocer los sentires- deliberar. Aprender a estar con los otros. Buscar felicidad en convivencia. Aprender a vivir la intimidad, cortejar y amar. Aprender a percibirme y a percibir a los otros como personas. Respetar los derechos humanos.
- Aprender a decidir en grupo: La concertación se puede definir como la selección de un interés compartido que, al ubicarlo fuera de cada uno de nosotros, hace que se nos oriente y nos obligue a todos los que lo seleccionamos. Para que la concertación sea útil para la convivencia social, es decir, que genere obligación y sirva de orientación para el comportamiento. Se requiere de la participación directa o indirecta de todos los que se comprometen.
- Aprender a cuidarse: Crear condiciones de vida adecuadas, vivienda, alimentación, salud, recreación. Proteger la salud - hábitos de higiene, comportamientos de prevención. Aprender y valorar las normas de seguridad industrial. Tener una percepción positiva de cuerpo (deporte arte). Toda ética supone una ética del amor propio; y el cuidado de sí mismo, es la primera premisa de esta ética.
- Aprender a cuidar el entorno: Aprender a percibir el planeta como un ser vivo. El aire, el ozono, el agua, la biodiversidad, la verdadera riqueza común. Aprender a conocer todas las formas de vida de la naturaleza (Interdependencia). Defender y cuidar el espacio público. Manejar y controlar la basura y los desperdicios. Volver la guerra un acto inútil e impensable.
- Aprender a valorar el saber social: Saber cultural (práctica diaria). Saber académico (Método científico). Conocer el significado y origen de las tradiciones y costumbres de la comunidad. La enseñanza de la historia.
Así mismo, la institución educativa se basa por principios orientadores como:
- La paz: Es un valor que surge dentro de cada uno y se debe alimentar día a día, es fruto del saber entender y escuchar las necesidades del otro antes que las propias. Es el resultado de la sana convivencia entre las personas.
- Libertad. Queremos educar en y para esta libertad, y por tanto favorecemos el respeto mutuo, el descubrimiento de las propias convicciones, el clima de diálogo sin pre‐juicios, la relación desde el respeto a la libertad de los demás, las estructuras participativas que lleven a la implicación y al ejercicio de la propia libertad.
[1] Paz, H (2004) Siete aprendizajes básicos. Disponible en: http://www.gestiopolis.com/canales2/rrhh/1/sieteap.htm